A veces te paras frente a una carretera con varias direcciones sin saber cual de los caminos tomar, a veces, miramos a aquellas rutas que nos presentan menos obstáculos y dificultades; como caminantes de primer nivel de entrenamiento nos lanzamos a lo fácil; sin obtener los mismos resultados que nos pueden dar aquellos que no son tan sencillos, sin embargo que si te dan muchas satisfacciones a pesar del sudor en nuestra frente, de las heridas en las rodillas, de las ampollas en las manos.
Como navegantes en la noche nos lanzamos a la obscuridad del inmenso oceano, pero yo tengo quien me guie.